En el yoga se busca integrar al ser en las tres áreas: cuerpo, mente y espíritu
A partir de la parte física por medio de las distintas posturas, se logra un bienestar físico, mental y espiritual o energético. Empezando a mover el físico y tomar conciencia de la respiración, se liberan corazas musculares y energéticas, la mente se concentra y se disfruta el momento presente, el aquí y ahora, la sensación que pasa en este momento por nuestro ser.
Una asana es una postura sostenida durante un tiempo en la que se sostiene quietud. Esta quietud no es solo física sino también mental ya que requiere concentración, y a través de ella fluye la energía y se modifican las emociones. El yoga por lo tanto, no es sólo físico y se basa en el pilar fundamental de la diversidad de cada ser. Cada postura tiene un punto de apoyo y una relación geométrica entre las partes del cuerpo, pero tiene tantas posibilidades como seres humanos haya.